¡Hasta la calle tiene su gracia!
La alegría de vivir en el mejor clima de Europa, en una casa típica y con muchísimas posibilidades de mejora.
Es amplia y ofrece distintas estancias y espacios, así como una terraza que sirve de unión entre los dos cuerpos bien diferenciados de la propiedad. Algo que nos invita a pensar en hacer incluso dos viviendas o un apartamento de invitados.
Su fachada es generosa y llega hasta la esquina de la entrada a la calle.
Su proximidad a la plaza del pueblo y al parking gratuito de La Almazara, le dan un valor añadido, que unido a su entorno tan pintoresco y bonito, hacen que sea una casa muy interesante, para vivir o como inversión, ya que sería todo un éxito su gestión como alquiler turístico.